En general, las enfermedades en peces han sido registradas en especies de valor comercial, utilizadas en la
piscicultura, dado las mayores densidades de animales, lo cual, puede conllevar
a altos niveles de infección. Estas lesiones son causadas por patógenos tales
como bacterias, parásitos, copépodos, virus y hongos. Sin embargo, investigadores
han encontrado pruebas de cáncer y otras enfermedades en peces marinos silvestres,
es decir, en el medio natural.
Una investigación analizó las muestras tomadas en
la Gran Barrera Arrecifal de Australia del mero celestial (Plectropomus leopardus), un pez del pacifico occidental que según
la lista roja de la Unión internacional para la conservación de la naturaleza
está clasificada como casi amenazada (UICN Red list).
De acuerdo con los análisis, las lesiones observadas
afectan la superficie de los peces, cambiando los patrones característicos de puntos azules a
una coloración negro/café oscuro. También, analizaron las comunidades
microbianas asociadas a peces sanos y
peces enfermos. Las identificaciones revelan que los microbios están
principalmente en la capa de mucus superficial de los peces y no en las dermis
o tejidos musculares, donde se observan las lesiones.
a) 10 % infeccion; b) 90% infeccion |
Por otro lado, al comparar la presencia de las células con
melanina (melanosomas) entre los tejidos afectados y sanos, se detectó una
mayor densidad, segregación y una distribución más profunda de melanosomas en
los tejidos lesionados; por el contrario, en los peces normales, estas células
están presentes solamente en la dermis subepitelial, siendo las responsables de
los patrones de pigmento.
Este estudio reporta por primera vez un caso de melanoma
(cáncer) en peces silvestres. Los investigadores indican que la posible causa es
principalmente la radiación UV y en un segundo plano, potenciales contaminantes
cancerígenos. Lo anterior es debido a la disminución de la capa de ozono estratosférico
permite el aumento de los rayos UV, penetrando a zonas profundas de 60 m,
generando efectos perjudiciales para los organismos marinos y de agua dulce,
señalado en anteriores estudios. Además, los investigadores señalan evidencias
de melanomas en otras especies de peces observado en la misma área de estudio. Por
terminar, dado el alto valor de esta especie y la importancia y delicadez de los
hábitats arrecifales de la Gran Barrera, es vital un manejo adecuado de estos
recursos.
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