jueves, 8 de agosto de 2013

Las esponjas marinas, indicadores de contaminación

Las esponjas marinas, así como otros invertebrados son utilizados como bioindicadores y/o biomonitores de contaminación, como es el caso del programa internacional de observación de mejillones. Científicos han creado experimentos desarrollados en campo o en laboratorio con el fin de analizar la capacidad de acumulación de metales, radionúclidos y otros elementos, con el objetivo de caracterizar el estado de un ecosistema bajo un stress ambiental.

Las esponjas presentan una serie de características que las convierten en buenas candidatas para el rol de biomonitores. En particular, estos animales son muy abundantes, se encuentran distribuidos a lo largo del mundo, presentan un modo de vida sésil, lo cual facilita el muestreo. También, las esponjas viven muchos años y presentan un sistema acuífero, a través del cual filtran grandes cantidades de agua, reteniendo partículas en suspensión, por lo cual son expuestas a metales y otros contaminantes. Por lo anterior, estos individuos son utilizados como modelo ideal para los programas de vigilancia ambiental, aportando una información integrada sobre la cantidad de contaminantes en términos de biodisponibilidad y de tiempo.


En una investigación realizada en Australia, se analizó la capacidad de acumulación de metales, tales como el zinc, cobre, cadmio, selenio y mercurio en dos especies de esponjas (Suberites cf. diversicolor y Mycale sp.). Los resultados demuestran la capacidad de Mycale sp. en acumular cadmio, mientras que Suberites cf. diversicolor acumula especialmente mercurio. Gracias a este y otros estudios, se confirma la potencialidad de ciertas esponjas para incluirlas en programas de monitoreo de contaminación.

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