jueves, 31 de octubre de 2013

Nueva forma de atacar el océano: La geoingeniería

Los experimentos de geoingenería están afectando el ambiente, ya que manipulan los procesos naturales, como la reducción del impacto del cambio climático. En particular la técnica denominada "fertilización oceánica", la cual, hace referencia a un conjunto de propuestas para hacer crecer el fitoplancton de forma masiva, vertiendo nutrientes al océano. En Canadá, unas personas dispersaron sulfato de hierro en el océano Pacifico con el fin de provocar el florecimiento de un alga especifica para disminuir  el contenido de CO2, lo cual había alejado los salmones. Otra práctica inadecuada,  es pintar los techos de blanco con el fin de reenviar y contrastar los rayos solares para bloquear el calentamiento terrestre.

Fertilización oceánica realizada por científicos alemanes

Afortunadamente, se están tomando medidas para controlar y/o prohibir estas técnicas. En el caso de la fertilización oceánica, se impondrá una  reglamentación por ciertas enmiendas al Protocolo firmado en Londres de 1996, vinculado a la Convención del 1972 sobre la lucha contra la contaminación marina a través de la introducción de residuos, llamado comúnmente “dumping”. Lo anterior demuestra que este Protocolo continua siendo uno de los instrumentos internacionales de regulación más avanzado en relación con las actividades humanas en el ambiente marino.

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