Generalmente, los corales se distribuyen en aguas claras con temperaturas tropicales y sub-tropicales. En particular, hablamos de pequeños animales llamados “pólipos” que forman una colonia, estructura formada por un esqueleto calcáreo, a través del cual se conectan entre sí. Los pólipos fijan el calcio, aumentando así el tamaño de la colonia; además se especializan, es decir, realizan funciones reproductivas, alimenticias, etc., con el fin de ser más eficientes. Existen corales de diferentes formas, tamaños y colores, esta última característica es el resultado de la simbiosis con microalgas llamadas zooxantelas.
Los arrecifes coralinos albergan una alta biodiversidad, ya que proveen hábitats diversos, donde los animales con hábitos diferentes encuentran un espacio para alimentarse, refugiarse, reproducirse, etc. Este ecosistema cumple un papel importante en el ambiente, ya que protegen las costas y los ecosistemas adyacentes del proceso de erosión.
Desafortunadamente, los corales son organismos muy sensibles a cambios de temperatura, salinidad, aumento de la turbidez, la intensidad de la luz solar, la contaminación, el pH, etc. En consecuencia, se ha documentado que un tercio de las especies de coral que construyen arrecifes están en peligro de extinción. Varias enfermedades han sido observadas en las especies de coral, como por ejemplo el blanqueamiento, causado por la expulsión de las algas que hospedan, y si el impacto no se reduce puede provocar la muerte total de la colonia.
Son varios los stress que soportan los corales. Los naturales como los huracanes y las tormentas son considerados como benéficos según la diversidad biológica, gracias a la recolonización. Sin embargo, las actividades humanas como la agricultura y los vertidos industriales presentes a largo plazo, los corales son mayormente perturbados. Por lo tanto, se han creado programas para determinar medidas de conservación y gestión para proteger estos sitios de interés biológico.
Los arrecifes coralinos albergan una alta biodiversidad, ya que proveen hábitats diversos, donde los animales con hábitos diferentes encuentran un espacio para alimentarse, refugiarse, reproducirse, etc. Este ecosistema cumple un papel importante en el ambiente, ya que protegen las costas y los ecosistemas adyacentes del proceso de erosión.
Desafortunadamente, los corales son organismos muy sensibles a cambios de temperatura, salinidad, aumento de la turbidez, la intensidad de la luz solar, la contaminación, el pH, etc. En consecuencia, se ha documentado que un tercio de las especies de coral que construyen arrecifes están en peligro de extinción. Varias enfermedades han sido observadas en las especies de coral, como por ejemplo el blanqueamiento, causado por la expulsión de las algas que hospedan, y si el impacto no se reduce puede provocar la muerte total de la colonia.
Son varios los stress que soportan los corales. Los naturales como los huracanes y las tormentas son considerados como benéficos según la diversidad biológica, gracias a la recolonización. Sin embargo, las actividades humanas como la agricultura y los vertidos industriales presentes a largo plazo, los corales son mayormente perturbados. Por lo tanto, se han creado programas para determinar medidas de conservación y gestión para proteger estos sitios de interés biológico.
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