miércoles, 18 de marzo de 2015

El mangle rojo



Existen aproximadamente 70 especies de manglares que ocupan una superficie total estimada a 150.000 km2 en las regiones costeras tropicales y subtropicales.

En esta ocasión hablaremos de la especie Rhizophora mangle o comúnmente llamada manglar rojo, ya que el interior de la corteza es de color rojizo. Probablemente nativa del continente americano, esta especie la encontramos principalmente en ambientes de baja energía, protegidos, sitios intermareales con sustratos blandos y fangosos, y aguas  salobres, por lo tanto ligados a desembocaduras de corrientes fluviales, ciénagas y esteros. 

Con relación a su morfología, la característica más notoria son sus raíces aéreas llamadas neumatóforos (Foto a la derecha), en forma de zancos, es decir que se proyectan por encima del agua, cumpliendo un rol importante en la fijación y la respiración del manglar. En el primer caso, dado que los manglares de esta especie se ubican en la primera línea de la costa, donde el substrato es bastante inestable, el desarrollo particular de las raíces le permite fijarse apropiadamente. En cuanto al papel que cumple en la respiración, el hecho que estén fuera del agua y gracias a la presencia de unas estructuras llamadas lenticelas, pueden capturar el oxígeno directamente del aire, el cual, es posteriormente transportado hasta las partes sumergidas del árbol.

Las hojas se caracterizan por ser de color verde oscuro en el haz y amarillo en el envés, miden entre 5 a 15 cm de largo (foto a la izquierda). 

  
Las flores pueden medir entre 1.6 a 2.4 cm de largo y están compuestas por 4 pétalos de un color que puede variar entre el blanco y el crema (foto a la derecha). 
  
Los frutos (foto a la izquierda) dan origen a las semillas (foto a la derecha), las cuales de se desarrollan al interior de este por viviparidad. Estas semillas son denominadas “propágulos” que tienen la capacidad de flotar y además de convertirse en plantas completamente maduras antes de caer del árbol madre. En este momento pueden alcanzar a medir entre 2 a 25 cm de largo.




miércoles, 13 de agosto de 2014

España: hay crisis? Nosotros hacemos plata con las algas



Armados con guadañas en acero inoxidable y con un traje de buceo, los dos hombres se sumergen en el mar para recolectar algas. El comienzo de una novela de ciencia ficción post-atómico? No, la realidad cotidiana en España en la playa de Picón, Ortigueira, en la provincia de La Coruña, Galicia.

En España, a pesar del aumento tan ostentado del PIB en los últimos meses, la tasa de desempleo permanece anclado a un triste 25%, y en algunas zonas es aún mayor. En España, como en Italia, estos son tiempos difíciles, sobre todo si eres joven y tienes un título.

Así que dos estudiosos del Mar, un científico marino y un biólogo, pensaron de poner a un lado sus diplomas, pero utilizar los conocimientos que habían adquirido a lo largo del mar y su entorno. ¿Cómo? Dedicándose a la recolección de algas.

En abril de 2012, Alberto Sánchez (35 años), su hermana María y Sergio Baamonde (33) fundaron Conservas Mar de Ardora, una sociedad para la recopilación, procesamiento y venta de algas para uso alimentario.

La idea surgió de la observación de la gran cantidad de algas que crecen naturalmente en las rocas de las costas atlánticas de Ortigueira, bañada por las frías aguas del océano.Los tres socios recogen las algas en el mar en grandes bolsas de 20-30 kg y luego lo transporten a pie. De aquí en carro hasta el centro de transformación: "Es un trabajo duro, pero estamos muy motivados", dice Baamonde.

En Galicia, la transformación de las algas para la alimentación es una industria cuyos primeros pasos se han hecho ya en los años ochenta del siglo pasado.

En 2012, según datos del Ministerio gallego de los recursos marítimos, las algas comestibles y su inducido han generado un volumen correspondiente a 3,8 millones de euros.

Baamonde trabajó en un laboratorio de la Universidad de La Coruña hasta que la crisis económica ha reducido los fondos. Luego, desde el 2007-2009 fue consultor de las asociaciones de pescadores gallegos para las “empresas para la recolección de las algas” en un programa del gobierno regional. Pero incluso esto tuvo que cerrar por falta de fondos. Durante tres años estuvo desempleado, mientras que con los otros dos amigos abrió la empresa que se ocupa de la recolección de algas por su propia cuenta.

Sánchez en cambio trabajó en un centro de investigación biomédica en Barcelona, ​​antes de descubrir que "había un agujero en la cadena de la industria de las algas en Galicia, y hemos entrado." Así, diplomas puestos a un lado, se pusieron el traje, tomaron guadañas y fuera a recoger algas en las aguas heladas del Atlántico.

Para abrir la sociedad hemos durado un año para recoger 300 000 € entre los familiares y amigos, poco financiamiento del gobierno y préstamos. Entre los clientes de Conservas Mar de Ardora también hay Olleros Javier, de un chef estrella Michelin, cocineros muy conocidos y apreciados en la zona.

Baamonde y Sánchez también quieren invertir en el desarrollo de nuevos métodos más sostenibles para la recolección y el tratamiento de las algas. La compañía quiere centrarse en un producto más ecológico, de hecho, a diferencia de otras empresas, las elaboraciones son hechas a mano.

"La recolección de algas es un trabajo estacional y por una parte del año estamos parados", reconoce Baamonde.

martes, 12 de agosto de 2014

¿Dónde se encuentra el plástico en el océano?



Sabemos que el plástico se aglomera en zonas específicas del océano, dirigidas por las corrientes marinas.

Cada año en todo el mundo se producen alrededor de 300 millones de plástico, donde la mayoría se vuelve basura en poco tiempo, en otros casos, es reciclada o acumulada en enormes vertederos. Por el contrario, la mayoría del plástico termina en los ríos y en consecuencia en los mares, donde se estima que sean millones de toneladas de desechos.

De acuerdo a una nueva investigación, estos desechos son prácticamente imposibles a identificar; los investigadores de este estudio escriben que no han podido encontrar el 99% del plástico que se calcula que sea presente en los océanos. En conclusión, ellos saben que esta allí pero no saben exactamente dónde está ubicada.

Desde los años 70s, se sabe que existe un lugar del océano Pacifico donde terminan los plásticos transportados por las corrientes oceánicas. Para obtener mayor información sobre este fenómeno, se realizó en el 2010 una expedición “Malaspina” coordinada desde España. Este monitoreo que se llevó a cabo por muchos meses, usando sistemas de redes para recoger las basuras no encontraron mucho, solo 40 mil toneladas, correspondiente al 1% de basura estimada.

Son varias las hipótesis planteadas por los investigadores, por ejemplo que el plástico se degrada más rápidamente en el mar por los movimientos ondulares y junto con la exposición constante a las radiaciones solares, resultan pequeños pedazos de plástico de la talla del plancton, el cual, es la alimentación de numerosas  especies marinas. Se han planteados varias hipótesis relacionadas con relación a las consecuencias de la ingestión de este plástico. Puede ser que este material sea expulsado tal cual como fue ingerida. Otra, indica que el plástico así como otros contaminantes se acumulan en el interior de la carne de los peces y otro animales marinos, integrándose desafortunadamente a la cadena alimenticia. Lo anterior, implica una contaminación no solo las especies que viven en el mar sino también aquellas que se cultivan y son alimentadas con harina de pescado y las personas.