Las algas marinas son plantas inferiores que realizan
fotosíntesis y obtienen carbono orgánico gracias a la energía solar. Estas
pueden ser rojas, verdes o pardas, de gran tamaño o pequeñas. En algunas zonas
del mundo, estas algas son consideradas como invasoras en aguas eutroficadas ya que
favorecen su reproducción. En las playas del norte de Francia, la Ulva “lechuga
de mar” proliferan conviertiendo el mar en un medio
toxico para otras especies de animales debido a la emision de metano. Dado esta problemática, a inicios de los años
80’ nació un instituto dedicado al
estudio de las algas, el Centro del estudio y
de valorización de las algas (CEVA) localizado en las Costas de Armor. Los principales objetivos de este instituto son: 1) conocer mejor el fenómeno de “mareas verdes” como se
denomina los grandes extensiones de algas, situación crítica para esta región
francesa y 2) desarrollar una economía sobre las algas.
El CEVA, único Centro de estas características en Europa, agrupa
la investigación académica y el mundo
industrial. Ellos realizan experimentos para diversos grupos farmacéuticos y
cosmetológicos, donde las algas son trituradas, maceradas, liofilizadas. A parte
de estas propiedades, las algas están siendo estudiadas como fuente potencial
de energía. Actualmente, los aspectos negativos de esta producción de energía
son los costos elevados a grandes escalas y la investigación es aun en su etapa
inicial. Por lo tanto, el desafío para los científicos es la industrialización,
es decir, la trasformación de las sustancias, y también aumentar la biomasa con el objetivo de producir más y mejores algas, de forma económica y
compartiendo el espacio marítimo con las otras actividades como la acuacultura,
la ostricultura y los parques eólicos offshore como se realiza en China
normalmente.